miércoles, septiembre 19, 2007

 

Despegue


Bueno, bueno, bueno. Vamos a ir actualizando el blog, ¿no?
La verdad es que no hay mucho que contar en lo personal, salvo que ya he empezado el curro. Con suerte, he sido informado de que en mi propia academia igual se dan cursos a autónomos subvencionados por la comunidad de Madrid con lo que, a pesar de ser más horas, la verdad es que estaría muy bien remunerado, jeje. Ójala y me salga.
De momento ando contento con mis grupos de alumnos, que a simple vista parecen estar mejor organizados que el año pasado, y a todos se les ve receptivos a la hora de aprender.
La única putada es que los viernes también me toca currar.

Y por otra parte, tras haber pasado esos días que tanto esperaba con la persona que tanto quería, qué decir... que me he quedado con ganás de más. Deseando que lleguen más momentos de New Super Mario Bros., más gordadas de pizza barbacoa y arroz chino, más conversaciones, más abrazos... más de tí.

Hale, el momento pastel ya ha acabao, jeje.

A ver que tal el cumple. Dios... 27 años ya. ¡Qué asco! Bueno, al menos no son 30 como una que yo me sé pretende echarme antes de tiempo, jaja.

Hasta más ver.

Comments:
Dios... me chifla ese juego, me encanta! Joder es como una droga para mí.
Para un viejo senil como vos es normal que pienses que vas a cumplir 27, bueno, a veces queremos cosas que no son verdad. Y la verdad es que tu naciste en 1977, si no pregúntale a la mujer esa que te dice que en dos años te vas a quedar calvo :D
Muackkkk!
 
¿Cómo? ¿Qué has estado jugando a New Super Mario Bros sin mí? ¿Por qué no se me informó?

Qué mal, tío. De repente tengo ganas de agarrar otra vez ese puto juego y ponerme a pisotear setas andantes de torvo ceño, patear tortugas aladas para robarles el caparazón y arrojarlo contra mis enemigos, quemar calamares danzarines con fuego submarino, cagarme en los putos muertos del puto Lakitu de los putos cojones, saltar sobre abismos sin fondo y lagos de lava, cabalgar a lomos de dinosaurios con gafas de submarinista y orugas de floridas cabezas, y en resumen... divertirme con un mundo colorido e imaginativo que me hace recuperar un pedacito de mi infancia y sentirme otra vez como el niño que fui.

No es un pájaro. No es un avión. No es Superman, por mucho que vista de rojo y azul y pueda saltar por encima de un edificio. Es Super Mario.

Bien, dejémonos de polladas. A ver si nos vemos pronto para festejar tu siguiente paso hacia la senilidad con una buena intoxicación de comida china.

Macho, ¿Te he contado cuán feliz me hace tener dos meses y diez días menos que tú?

¡Sufre, abuelo cebolleta! JUA, JUA, JUA, JUA, JUA!

Jorge
 
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