SORRAVENTURAS

Pozí... como no tengo abuela, me felicito a mí mismo (aunque con un día de retraso) en mi propio blog, jaja. Y de paso se lo recuerdo a quienes no me felicitaron en su día; para que al entrar aquí les pese la conciencia (mwahaha).
Nah, en serio, más que otra cosa, lo que me llama la atención es el hecho de que ya son veintiocho primaveras las que llevo a mis espaldas y, una vez más, vuelvo a ser testigo de que los años se echan encima más rápido de lo que yo acostumbro a asimilar. Para según qué cosas, sigo sintiéndome como un niño (aunque eso no sea necesariamente malo); pero el tiempo corre y ya se notan la alopecia, las primeras patas de gallo, y en cada mensaje de cumpleaños puedo leer la palabra abuelo/viejo. Hay veces en las que me quedo encerrado en la nostalgia de los 80, o en tiempos pasados donde todo era fiesta y temazos, sólo para darme cuenta de que las cosas que aún me gustan atraen a gente con diez años menos que yo.

Pero bueno, que tampoco es cuestión de ponerse melancólico porque si no, no quiero imaginar qué será de mí cuando atraviese la crisis de los treinta, jaja. Además, cada etapa de la vida tiene sus cosas buenas que disfrutar, cuanto más si ahora hay quien me hace no querer retroceder en el tiempo aunque tuviera la oportunidad.

El caso es que ayer fue un día especial. Veo que, a pesar de la lejanía con cierta gente, siguen acordándose de mí (es que yo dejo marca, jaja), incluso gente que no suponía que fuera a acordarse; mi madre me regaló un Transformer, Jorge me regaló su Thunder Megazord (sé el apego que le tenías; por eso te lo agradezco el doble, jajaja)... mi padre, que no acostumbra a regalarme nada, me regaló una colonia y todo; y demás cosillas fijo que vendrán cuando celebre el cumple (que será más tarde que temprano; pero fijo que algo hago).
De todas formas, aunque hagan ilusión, por encima de los regalos está el hecho de ver que la gente me aprecia... y el mejor regalo ha sido notar durante todo este fin de semana la presencia de quien yo más quiero. No me voy a poner pasteloso aquí... pero gracias María ^__^. Cuando estás aquí te las apañas muy bien para hacerme sentir que no me falta nada.

Por otra parte, el fin de semana no estuvo nada mal. Además de que vino María, también hubo risas con la Wii el domingo en mi casa; y el sábado se caracterizó por una mediana borrachera general en la que me mojó una que yo me sé tirando al aire una botella de Coca-cola, en la que yo mojé a otro que yo me sé con agua corrompida de una fuente, y en donde me dí cuenta de que cuando estoy borracho puedo hacer piruetas, abdominales y puedo correr O__o (hay vídeos como prueba, que ya mostraré).

Pues eso, que gracias a todos por hacer que el paso de la edad sea menos traumático, y que nos veremos pronto para beber y reirnos.