domingo, octubre 19, 2008

 

He-Man

Uf, el caso es que a lo tonto he conseguido esta serie más que mítica. La serie en sí no era de lo mejor (es lo que tiene estar hecha en el 82); pero creo que para quienes nacimos en los 80 esto fue el comienzo de nuestro pequeño lado friki.
He-Man narraba la historia de Adam, príncipe de Eternia y morador del castillo de Grayskull, que debía defender su reino de las amenazas del malvado Skeletor (y más tarde también de La Horda de Hordak). Para ello contaba con una espada que alzaba mientras gritaba "Por el poder de Grayskull... ¡¡¡Yo tengo el podeeeeeeeer!!!"... y acto seguido se convertía en He-Man, un héroe musculoso, bien depilado y con un cierto toque gay ya sea por su corte de pelo o por sus botas de pelo.
He-Man trajo rápidamente consigo toda clase de merchandising como series, cómics, incluso una película con Dolph Lundgren... pero lo que diferenciaba a esta serie y la hacía especial eran sus muñequitos.

¿Quién no se acuerda de He-Man y Skeletor, que tenían una variante que cuando les pegabas en el pecho se abollaban?
¿O de Orko y Man-At-Arms?
¿Y de los hombres serpiente?
¿De ese Castillo de Grayskull que todos queríamos y que sólo unos pocos afortunados poseían?

Lo grande de estas figuras es que cada una era única en sí. Uno lanzaba agua y tenía ventosas, otro echaba chispas por la boca, otro se extendía, otro parecía que chupaba la sangre, otro daba vueltas como una peonza, otro tenía un tacto que parecía una moqueta, jajajaja. Incluso había uno que se llamaba Stinkorr que su poder es que olía mal :) Pues eso, este post es mi pequeño tributo a estos personajes que creo que marcaron nuestra infancia más que ningún otro (sí, incluso más que G.I.Joe y Transformers). Estoy seguro de que alguno de los que posteéis tendréis alguna historieta que contar con un muñeco de estos en la mano.

Hale, toma pedazo de actualización friki, jajajajajaja.


Comments:
David, lamento tener que informarte de que vas a fenecer. Tu extinción está próxima, y será mi mano la que apague tu vida, como un mero soplido apaga la llama que arde en la cúspide de una vela.

¿Por qué, te preguntas? Porque me has provocado un ataque de nostalgia del quince, y sólo por eso mereces sufrir. Cacho cabrón, yo que entré aquí tan tranquilo y me encuentro con unas imágenes y una cancioncilla que hacen que se me caiga una lagrimita.

Joder, todavía me acuerdo de cuando alqulaba vídeos de la serie en el videoclub de la esquina (cuando había cintas de vídeo y los videoclubs eran un provechoso negocio), o de cómo babeaba viendo los anuncios de muñecos en la tele (con el molesto ruído de fondo de mis padres diciéndome que esos juguetes no se mueven solos. ¡Coño, qué me dices! ¡Jamás lo hubiese imaginado! -_-). Pero no, no tengo ninguna anécdota jugueteril porque mis padres nunca me compraron ninguno.

Dios, esa serie fue mítica.

Jorge
 
Como no, ya empieza usted con sus historietas de abuelo cebolleta del año catapúm chim pum de las que no se acuerda ni el tato.
Asi que sobre esta entrada he de decir que me suena la serie pero era demasiado enana como para acordarme en su totalidad, solo me acuerdo de las imagenes del vídeo de Youtube y no sé porqué...
Eres un freak of a merde xD
Un besote!
 
Pedazo de muñecos, si señor. Yo tuve unos cuantos, pero tampoco demasiados (mi nivel de frikismo era medio-bajo y mis padres no me compraban más jajaja).

El que más me arrepiento de no saber donde está es un Hordak de esos que lanzaba una movida del pecho (se le abría y lanzaba una rueda... o algo así)
 
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