SORRAVENTURAS

Jooooooooooooo... ¿¿¿por qué??? Me dele el cuerpo, toso y tengo 39 de fiebre a un día del estreno de Iron Man. ¿Por qué? Mi señor Hombre de Hierro, mucho me temo que tendrás que derrotar a un villano bien fuerte si te interesa que vaya a verte mañana.

¡¡LA PUTA FIEBRE!!

Siempre me pongo malo en días de puente o libres y me pongo bien justo el día en que tengo que ir a currar.

Al menos tengo cerca a mi personita pa darme ánimos :)

Hale, a pasarlo bien estos días y a defender el día 1 los derechos de los trabajadores que echan jornadas de sol a sol como yo ;p

Uf, la verdad es que tras escribir una actualización ciertamente deprimente, he decidido borrarla en el último momento porque había quedado un batiburrillo de ideas que no había muy bien por dónde coger... o sí; pero sólo las entendería yo y, ya que este blog lo leen más personas, no es cuestión de rallarles innecesariamente.

Bueno, que me pierdo. Estoy contento con el hecho de que ya al fin he hecho la tan ansiada reforma en una de las habitaciones de mi piso, entre otras cosas porque necesitaba un sitio al que ir trasladando las cosas que hay en mi, ya de por sí, saturada habitación.
Como bien sabréis, una de mis perdiciones son los Transformers, y he mandado hacer una vitrina grande donde me puedan caber todos y así lucirlos. Pues bien... a medida que he ido colocando los Transformers en sus respectivos huecos me he dado cuenta de lo terriblemente tedioso que resulta transformar y colocar adecuadamente a cada uno de estos bichitos. Uno no importa porque lo puedes transformar en 2 ó 3 minutos... pero cuando, quitando copias chinas y repintados, tienes que transformar y ubicar una media de doscientos pues... como que la tarea se vuelve un poquito asquerosa.
Otra pequeña putadita es precisamente eso... que tengo tantos que la vitrina, que es grande de cojones, se me ha quedado pequeña para tanto bichejo, y hay algunos que no podré lucir porque he tenido que meter en un maletero los que no me cabían.... y por si fuera poco mi madre no deja de dar por culo amenazando con que un día los quemará todos cuando yo no pueda defenderlos... snif...
Al menos, de todo se saca algo bueno. Lo primero es, obviamente, que el verlos a todos juntos me hace una tremenda ilusión, porque son robots muy bonitos en su mayoría y un cajón o una caja no son su lugar.
Por otra parte el hecho de verlos juntos me ha hecho concienciarme de que tengo muchos, tal vez demasiados, y de que ya va siendo hora de frenar un poco mis impulsos consumistas con ellos. A partir de ahora compraré sólo los que yo considere imprescindibles y me olvidaré de mis ansias de completismo, cosa que estoy seguro que también agradecerá mi bolsillo. Prometo fotos una vez tenga todo colocado en su sitio, jeje.

En otro orden de cosa, hoy es uno de esos día grises en los que se puede hacer poco más que mirar por la ventana cómo la lluvia se desliza por los cristales. Uno de esos días en los que uno se siente nostálgico y melancólico a partes iguales, aunque ello no signifique que el día en sí tenga que ser triste.
Al menos anoche pasé un momento agradable con mi gente. Lo que ocurra hoy ya no lo sé. Puede estar la cosa muy bien o muy mal, aunque me da la corazonada de que será un poco lo segundo. Bueno, sea como sea, ya iré comentando por aquí.

Espero que esta semana de transición no se me haga corta, porque ya sabe cierta personita de dos actualizaciones más abajo que la espero el viernes en mi casa... y con muchísimas ganas por cierto. A ver si te traes un poquito de sol para Madrid de ese que me das a mí tan a menudo.

¡¡¡Nos leemos!!!

Bueno, hace tiempo que no pisaba esto; pero allá voy con otra de mis actualizaciones. No será muy sustancial; pero bien merece una reseña por mi parte el cacho de cumple que se montó el Rubén (Púben para los amigos) el sábado pasado.
Yo no me podía creer que hubiera tanta gente. La verdad es que, por encima incluso del cumpleaños, lo guay fue que por fin nos pudiéramos juntar TODOS después de tanto tiempo.
Me recordó a los viejos buenos tiempos cuando quedábamos en la plaza del Uceda y bajábamos veintitantos.
Primero quedamos a cenar a la Casa Jerónimo esa, que el Pablo quería un sitio como la taberna de Los Serrano con jamones colgando y todo... y allí nos pusimos hasta las tetas de comer y de beber. Dios, había una cosa que se llamaba "croquetones" que empachaban cosa bruta. Es jodido lo que voy a decir pero... Rubén, te lo curraste y conseguiste saciar mi estómago. Me diste un zas en to la boca.
Además, el cumpleañero se llevó una señora Wii para el desquicie de Jose oso, que es fan total de Playstation, jaja.

Y bueno, tras la cena llegó el empacho... y qué mejor forma de bajarlo que yéndonos de copas a hacer en mongui a garitos pachangueros de la L. Al final acabamos en La Botellita, que no tiene nada que ver con la de Alonso Martínes; pero que realmente estaba mejor de lo que me imaginé (o eso, o que como empecé a beber rápido, pronto todo me pareció genial y divertido). La horrible música que nos pusieron quedó eclipsada por los estrafalarios bailes de Jose el de abajo (y las consecuentes risas de María), las friki-conversaciones en las que por unanimidad se acordó que era mucho más atractivo una tele de 42" con el Smackdown que una habitación repleta de pibones, los bailecitos flamencos del Chóped, y un largo etc de pequeños momentos que al final sumaron una gran noche.
Por mi parte acabé un tanto contentillo bailando dance italiano con un par de cubatas en la mano (mira, rima y todo).

También cabe destacar la presencia de cierta persona que puso la puntilla a mi noche (y a todo el fin de semana) para que al final fuera redonda. ¡Gracias! o__~

Lástima que no tenga aquí las fotos que nos hizo alguno en La Botellita; pero al menos tengo unas poquitas de la cena; pero vamos, que básicamente, molaría que nos juntáramos más a menudo, porque a mí me hizo mucha ilusión veros a todos y vernos todos juntos.

A ver si más pronto que tarde puedo tener la oportunidad de comentar otra nochecita guay de estas.

¡Y este sábado toca Fabrik! Uf, qué ganas de "rock the casbah".

¡Nos leemos!

P.d: Edito, que al final sí que me han pasado unas fotillos del garito de copas donde estuvimos.